El camino del fascismo

El fascismo es un movimiento poderoso y capaz de destruir todo sentimiento humanitario.

 Europa, Estados Unidos y ahora América Latina viven bajo la sombra de uno de los movimientos más destructivos de la historia de la Humanidad. El fascismo revivido hace estragos con cualquier intento de humanizar las políticas de los Estados y carcome el alma misma de las sociedades, creando una ola de rechazo por todo lo considerado “diferente” y segregando a los grupos más pobres como si fueran estos los culpables por todos los males del planeta.

En ese ambiente de desprecio y represión contra las personas por motivos de etnia, religión, nivel socio económico o simplemente por hablar otro idioma, son los cuerpos de choque –uniformados o mercenarios- quienes realizan la tarea de hacer saber cuáles son las reglas del juego. Por esas reglas de la discriminación y el racismo es como niñas, niños, hombres y mujeres del triángulo norte de Centro América sufren persecuciones, violaciones, tortura y muerte, por la sola audacia de haberse atrevido a cruzar fronteras que supuestamente los llevarían a encontrar mejores condiciones de vida. Así fue como una jovencita de apenas 20 años –Claudia Patricia Gómez González- perdió la vida de un balazo en la cabeza disparado por un guardia fronterizo al ingresar a territorio estadounidense.

Claudia Patricia encontró la muerte por mandato desde la cabeza misma del imperio, desde el momento que el presidente del país más poderoso del planeta emprendió la misión de “limpiar” su territorio de latinos y toda clase de extranjeros “indeseables” para sus planes de imponer un estilo fascista de gobierno. Al parecer ignorante de su propia historia, este mandatario se ha empeñado, con una persistencia digna de mejores causas, a la tarea de transformar a la sociedad estadounidense en una especie de modelo de su concepto de comunidad en la cual no tiene cabida la diversidad.

Claudia Patricia no encaja en el perfil aceptable para las leyes de inmigración de Estados Unidos. Tampoco encajó en los grupos objetivo de los planes de desarrollo de su país, Guatemala, en donde no tuvo oportunidad de tener acceso a una educación de calidad que le permitiera progresar en la vida. De haberla tenido, hoy probablemente viviría. En su pueblo, San Juan Ostuncalco, tal y como suele suceder en las áreas rurales guatemaltecas, los servicios estatales son deficientes; la población carece de agua potable, letrinas y cobertura educativa suficiente para una población en creciente aumento, con niveles inaceptables de pobreza y abandono.

Así como ella no encajaba en los planes de su gobierno, tampoco lo han hecho los miles de niños, niñas y adolescentes migrantes desde estas tierras, quienes atrapados en una cadena de horrores desde su nacimiento y ávidos de encontrar una ruta hacia el futuro, se lanzan en una aventura demencial. De ese desfile interminable hacia la tierra de la abundancia son pocos quienes logran su cometido. Muchos quedan en el camino sometidos a los más atroces abusos por las organizaciones criminales, dedicadas -con complicidad de las autoridades de todos los países involucrados- al muy productivo negocio de la trata de seres humanos. Otros, simplemente, son víctimas de su propia fragilidad y quedan tirados en el desierto, ahogados en los ríos durante una travesía para la cual nunca estarían preparados o muertos de un balazo, pero sin quien registrara el hecho para denunciarlo.

De este lado del continente su familia la llora y las redes hierven de justa indignación por este absurdo hecho de sangre. Las autoridades, por su parte, muy atareadas en luchar contra la Cicig para poner atención a este “hecho aislado”.

 A Claudia Patricia la condenaron su pobreza, su país y el fascismo revivido.

AUDIO: 

http://www.carolinavasquezaraya.com

elquintopatio@gmail.com

La Casa de las Palomas

En una de mis incursiones por El Centro histórico de la hermosa ciudad ecuatoriana de Cuenca, visité La Casa de las Palomas. Este edificio se comenzó a construir a mediados del siglo XIX y consistía en una sola planta conformada por dos habitaciones pequeñas y un patio central. Con el transcurrir de los años se le fueron agregando estructuras hasta llegar al edificio actual de dos pisos con profusa decoración de murales pintados a mano, habitaciones para la servidumbre, un tercer patio con huerto, horno de barro y caballerizas.

En 1987 la casa, abandonada durante muchos años por la muerte de su único propietario, fue adquirida por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, institución que al rescatarla inició trabajos de restauración los cuales continúan hasta la fecha. Un detalle curioso es el diseño del piso de la entrada y el patio principal, con piedras de río y vértebras de res.

La Casa de las Palomas está en Benigno Malo, entre Presidente Córdova y Juan Jaramillo, a dos cuadras del parque central de la ciudad de Cuenca, Ecuador.

 

El espejo de la reina mala

Cuatro días o toda la vida para discutir políticas públicas con perspectiva de género.

 En el contexto de la IV Cumbre Iberoamericana de Agendas Locales de Género celebrada recientemente en la ciudad ecuatoriana de Cuenca, desfilaron en una rica secuencia los testimonios, relatos de experiencias, propuestas de cambio y análisis de la situación de equidad en distintos países del continente ante un auditorio atento y participativo. Este encuentro fue auspiciado por la alcaldía de la ciudad anfitriona, ONU Mujeres, la Unión Iberoamericana de Municipalistas y otras organizaciones.

En estas cuatro jornadas fue posible apreciar el enorme interés de las mujeres de comunidades rurales e indígenas –y también de quienes desarrollan sus actividades en centros urbanos- de participar en las decisiones políticas de su entorno; pero, sobre todo, fue un evento muy ilustrativo sobre los grandes obstáculos opuestos por un sistema patriarcal cuya fuerza y permanencia trasciende en mucho las posibilidades reales de cambio en las estructuras de poder. Las conferencias magistrales incluidas en el programa de actividades tocaron temas fundamentales, como la búsqueda de soluciones para la consecución de estructuras administrativas igualitarias en gobiernos locales –alcaldías- en donde se genera una gran parte de los proyectos de desarrollo de los países y la construcción de ciudades seguras para niñas y mujeres.

Quedó explícita durante las exposiciones la fuerte hostilidad contra quienes propugnan por sistemas igualitarios. Persecuciones, atentados, prensa sesgada y descalificación por género fueron algunos de los fuertes testimonios compartidos por mujeres que han traspasado las fronteras marcadas por el sistema para incursionar en posiciones de poder político. Esto debe poner a las organizaciones de mujeres en alerta constante y obligarlas a cerrar las brechas ideológicas para consolidar frentes más resistentes en la lucha por los derechos a la participación en todas sus expresiones.

En su conferencia de cierre una de las expositoras más sobresalientes, la antropóloga Rita Segato, fue enfática al afirmar que la única vía posible para alcanzar los objetivos de igualdad en todos los ámbitos, es el derrocamiento del sistema patriarcal; un ejercicio de reconstrucción desde las bases mismas de la convivencia humana, un trabajo pendiente de redefinición de la masculinidad y de las relaciones entre sexos bajo la premisa de una correspondencia equilibrada del poder en todas sus dimensiones. En este sentido, Rita Segato usa con enorme dosis de humor la parábola del “espejo de la reina mala” del cuento. Un instrumento para mirarse a sí mismo y preguntarse “¿Qué he hecho mal? ¿Cómo me veo? ¿Quién soy?” y a partir de ahí deshilar una serie de interrogantes fundamentales para entender por qué pensamos y actuamos de una determinada manera.

Los cambios propuestos, sin embargo, requieren de una voluntad colectiva de reparación de las inequidades más evidentes y limitantes para el desarrollo pleno de las sociedades. No existen las recetas y tampoco los milagros. En esta ruta será preciso abolir paradigmas que establecen categorías en todos los órdenes de la vida, empezando por la formación de las nuevas generaciones en un plano de plena igualdad, ya que será en quienes al final de cuentas se va a depositar la mayor carga para la realización de ese paso indispensable desde un sistema excluyente hacia una forma de vida justa e igualitaria. La Cumbre de Género ha dejado más preguntas que respuestas, ha depositado dudas y urgencias en quienes asistimos. Se han sembrado las semillas y dependerá de un esfuerzo constante y bien estructurado la calidad de los frutos a cosechar.

Las mujeres líderes sufren persecuciones por amenazar el monopolio del poder.

 

AUDIO:

http://www.carolinavasquezaraya.com

elquintopatio@gmail.com

Los vicios del poder

Como en un juego de dominó van cayendo las fichas, una tras otra.

Resulta difícil ver cómo un país tan rico y lleno de posibilidades de desarrollo se hunde en la ignominia política, administrativa y económica por el solo hecho de haber caído en manos de una administración opaca y absolutamente incapaz de llevar las riendas del Estado, en un gobierno cuyos funcionarios tienen un nivel tan primario e ineficiente como pocas veces se había visto. Es preciso repetirlo, Guatemala es un país de riqueza inagotable pero la mayor parte de su población es pavorosamente pobre. Ese, paradójicamente, ha sido el sino que lo condenó a convertirse en lo que hoy es: una tierra de miseria e injusticia, de desigualdades y abusos, un vergel cuya naturaleza exuberante de antaño se ha transformado en enormes extensiones de palma africana, en ríos de basura, en sembradíos de caña, pastizales para ganado, cerros horadados por la minería y más allá, la deforestación y los cauces secos de antiguos ríos.

Quienes se han enriquecido a niveles difíciles de cuantificar han sido las grandes multinacionales y los depredadores locales, aquellos bien organizados en gremiales y cámaras cuyo talento más sobresaliente ha sido mantener un dominio histórico sobre la economía y la política sin haber hecho aportes sustantivos al desarrollo de su propio país sino, todo lo contrario, sirviéndose de sus recursos gracias a sus lacayos en el poder.

Guatemala está en quiebra moral y eso lo sabe cualquier hijo de vecino. Sus niñas, niños y jóvenes –grupo mayoritario de la población- se encuentran en un abandono total y, además de carecer del goce de sus derechos básicos, son el chivo expiatorio de las más perversas estrategias de dominación de los grupos de mayor influencia. En ellos recae el peso de las evasiones fiscales de las grandes empresas al ser los primeros renglones eliminados del presupuesto general de ingresos y egresos de la nación. Su educación, en manos de un remedo de líder cuyos objetivos van en dirección opuesta a su discurso y de un gremio magisterial empobrecido y privado de incentivos profesionales para ejercer una labor digna, los lleva por vía directa hacia un futuro incierto y sin mayores perspectivas.

Por si eso fuera poco, una alta proporción de la niñez guatemalteca nace en estado de desnutrición y durante sus primeros años de existencia esa falta de alimento se hace crónica, arrastrando efectos devastadores e irreversibles sobre su salud y su futuro. Guatemala es un país en donde la pobreza de las tres cuartas partes de su población es decisión de quienes acaparan la riqueza desde sus despachos en el palacio de gobierno, desde las más altas posiciones de la administración pública y desde los puestos clave en todas las instituciones del Estado. Esto, porque el sistema avala el saqueo de los recursos nacionales en un sofisticado entramado de fórmulas que permiten tanto el enriquecimiento ilícito como la propiedad de los puestos públicos gracias a leyes casuísticas diseñadas por y para una casta política corrupta y oportunista.

Las decisiones presidenciales de los días recientes han revelado hasta qué extremo las autoridades han perdido la brújula –si alguna vez la tuvieron- y cómo comienzan a revelarse los temores de sus aliados. El sector empresarial organizado ya se ha definido por apoyar a quienes luchan contra la justicia y la transparencia, una movida de piezas fácil de prever dadas las características de su tradicional juego político. Ahora ya con las piezas en su lugar, será cuestión de tiempo que la ciudadanía recupere la voz y se haga escuchar una vez más, fuerte y claro.  

Los inocentes son los primeros sacrificados en este perverso juego de poderes.

AUDIO: 

elquintopatio@gmail.com

http://www.carolinavasquezaraya.com

Papi ¿por qué me odias?

Las crecientes revelaciones de casos de violación de bebés obligan a reaccionar.

 Algo muy malo sucede con la especie humana cuando padres, hermanos, maestros, líderes espirituales o simples vecinos son capaces de violar. Pero algo mucho más perverso se revela ante las agresiones sexuales perpetradas contra seres tan indefensos como bebés, niñas y niños en sus primeros años de vida. Cuerpos y mentes aniquilados por ese embate violento y espeluznante que suele acabar con su vida.

Los casos recientes en Chile y Colombia de violaciones y asesinatos de bebés -por mencionar solo algunos- provocan un asco indescriptible. Sin embargo la repulsa social no es aún suficientemente rotunda para evidenciar el horror de estos hechos por existir una especie de pacto de silencio tendente a poner etiquetas grises sobre los atroces crímenes sexuales perpetrados por hombres. Eso es el patriarcado. Así es como se manifiesta a través de los medios de comunicación, los círculos sociales y los tribunales de justicia esa inconcebible complicidad ante las violaciones sexuales.

“No me lo cuentes” es la primera reacción ante la noticia de una bebé de poco más de un año de vida, prácticamente destrozada por la penetración del pene de su propio padre o de su protector asignado por un juez de familia. Eso, porque no queremos saber los detalles de uno de los episodios más crueles que es posible imaginar contra un ser indefenso. Entonces se nos agolpan las imágenes de nuestras propias hijas e inútilmente intentamos borrarlas para hacer como que nunca nos hubiéramos enterado. Pero estos hechos nos perseguirán porque, como sociedad, tenemos la responsabilidad de hacer algo para evitarlos.

La violación es un crimen convertido en costumbre, en una especie de derecho del macho, en una forma de diversión para jaurías de jóvenes o adultos capaces de asaltar, torturar e incluso asesinar a una niña o una mujer. La violación se considera una manera de reafirmar la virilidad imponiéndose física y psicológicamente sobre alguien del sexo opuesto o de su mismo sexo y por ello se ha utilizado históricamente como táctica de guerra. La violación ha sido la manera de someter a otro ser humano y arrebatarle la dignidad.

Esto es una realidad a la cual se enfrenta la mitad de la población mundial; esa mitad que para equiparar sus derechos humanos con los de sus pares masculinos ha tenido que arriesgar la vida y soportar múltiples campañas de desprestigio por tener los arrestos de intentar un cambio radical. Pero los avances, aunque importantes, no son suficientes. A las mujeres se les niegan sus derechos desde antes de nacer y esa desigualdad contribuye a colocarla en posición de inferioridad en su hogar, en su escuela y en su puesto de trabajo durante todo el resto de su vida. Por ello, cuando denuncia una violación o un acto de acoso, es la primera víctima del sistema. A ella se la interroga con dureza, en ella recaerán las dudas y será sancionada por ponerse en la situación objeto de su denuncia. De hecho, se la condenará por haber tenido el descaro de poner de manifiesto uno de los mayores vicios de la sociedad: la misoginia.

Si para las mujeres adultas el sistema patriarcal representa un atentado a su integridad como ser humano, la situación de una niña dependiente de las decisiones de los adultos que la rodean puede llegar a ser una de las peores pesadillas si esos adultos abusan de su debilidad y la convierten en una esclava sexual desde sus primeros años de vida. Para estas prácticas inhumanas, sin embargo, no existen obstáculos bien definidos porque la voz de las víctimas apenas ahora comienza a escucharse.

 Los depredadores sexuales son sujetos normales, respetados socialmente, amparados por el sistema.

AUDIO: 

elquintopatio@gmail.com