El nigeriano.

El reflejo de un mundo de esperanza más allá, más abajo, en donde se afirman las raíces de esta humanidad recién nacida.

Crónicas de una Inquilina

Hace unos días fui a desayunar con un amigo. El restaurante estaba lleno a reventar tocaba hacer cola para entrar, es una belleza italiana donde se come bien y a gusto. Se volvió nuestro restaurante favorito para los desayunos, la mujer que atendía las recepciones me dio un número, era el 60 y apenas iban por el 35.

Cuando regresaba con el número en la mano vi a un hombronazo prieto azabache, de esos negros tirándole a azul petróleo, con los músculos torneados al natural, un escalofrío helado recorrió mi espalda cuando nuestras miradas se encontraron. Tenía un bebé en los brazos y otro niño lo abrazaba. Estaba parado justó atrás de mi amigo, lo saludé y tomé la mano del bebé del que me enamoré al instante. Le pregunté qué número tenían y me dijo que el 40, desahuciada le conté que nos había tocado el 60. Tenía algo…

View original post 1,165 more words

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Twitter picture

You are commenting using your Twitter account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s